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El síndrome premenstrual (SP)

 

Consiste en una serie de síntomas que se presentan en relación con el ciclo menstrual, los cuales interfieren con la vida de la mujer. Se inician de 5 a 11 días antes del comienzo de la menstruación y generalmente desaparecen con el inicio de ésta o poco después. No se ha identificado una causa exacta del síndrome premenstrual; sin embargo, puede estar relacionado con factores sociales, culturales, biológicos y psicológicos. Este síndrome se puede presentar con una función ovárica aparentemente normal (ciclos ovulatorios regulares).
 

Una forma mucho más severa es el trastorno disfórico premenstrual (TDP) que afecta aproximadamente al 3-9 por ciento de las mujeres en su edad reproductiva y es considerado una condición severa y crónica que requiere atención médica y tratamiento. Los siguientes son los síntomas más comunes del trastorno disfórico premenstrual, sin embargo, cada mujer puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

 

Síntomas psicológicos
Irritabilidad, nerviosismo, pérdida del control emocional, agitación, ira, insomnio, dificultad para concentrarse, somnolencia, depresión, fatiga severa, ansiedad, confusión, alteraciones de la memoria, disminución del amor propio y confianza en si misma, paranoia, hipersensibilidad emocional, episodios de llanto, cambios en el temperamento, desórdenes del sueño.

Sintomas físicos
Retención de los líquidos
Edema (hinchazón de los tobillos, manos y los pies), aumento periódico de peso, oliguria (disminución en la formación de la orina), tensión y dolor en mamas.
Problemas respiratorios
Alergias, infecciones.
Molestias de los ojos
Alteraciones visuales, conjuntivitis.
Síntomas gastrointestinales
Calambres abdominales, plenitud gastrica, estreñimiento, náuseas, vómitos, pesadez pélvica o presión, dolor de espalda.
Problemas de la piel
Acné, neurodermatitis (inflamación de la piel acompañado de picor), agravación de otros desordenes de la piel, incluyendo las úlceras de herpes simple (herpes catamenial).


Síntomas neurológicos y vasculares
Cefalea, vértigo, síncope (desmayo), entumecimiento, hormigueo, escozor o un aumento en la sensibilidad de los brazos y, o las piernas, hematomas (llenarse de morados con facilidad), palpitaciones del corazón, epasmos musculares.


Otros
Disminución en la coordinación, dsminución de la libido (deseo sexual), cambios en el apetito, antojos de comida, sofocos (calores). La depresión mayor es muy común en el trastorno disfórico premenstrual, así como el trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión caracterizada por episodios anuales de depresión durante el otoño o el invierno que mejoran en la primavera o el verano.


Los criterios diagnósticos, según la DSM-V, comprenden la presencia de al menos cinco de los síntomas que se dicen a continuación, y al menos uno de ellos ha de ser alguno de los cuatro primeros:

1) tristeza, desesperanza o autodesaprobación;

2) tensión, ansiedad o impaciencia;

3) estado de ánimo marcadamente lábil, al que se añade llanto frecuente;

4) irritabilidad o enfado persistentes y aumento de los conflictos interpersonales;

5) pérdida de interés por las actividades habituales, a lo que puede asociarse un cierto distanciamiento en las relaciones sociales;

6) dificultad para concentrarse;

7) sensación de fatiga, letargia o falta de energía;

8) cambios acusados del apetito, que a veces pueden acompañarse de atracones o antojos por una determinada comida;

9) hipersomnia o insomnio;

10) sensación subjetiva de estar rebasada o fuera de control, y

11) síntomas físicos como hipersensibilidad o crecimiento mamario, dolores de cabeza o sensación de hinchazón o ganancia de peso, con dificultad para ajustarse la ropa, el calzado o los anillos. También pueden aparecer dolores articulares o musculares, y paralelamente a este cuadro sintomático, pueden aparecer ideas de suicidio.

Además:

A. La mujer debe estar en edad fértil. En la mujer menopáusica (química o quirúrgica) se necesita cuantificar mediante análisis de sangre la fase lútea y folicular.

B. Las alteraciones interfieren acusadamente con el trabajo y las relaciones interpersonales.

C. La alteración no responde a una exacerbación de otro trastorno mental ya existente.

D. Los criterios A, B y C deben corroborarse en al menos dos ciclos sintomáticos consecutivos.

Todos estos síntomas deben haberse producido la mayoría de los meses del último año (al menos 2 meses consecutivos), y es definitoria su completa desaparición poco después del inicio de la menstruación. El patrón más típico parece ser el que se caracteriza por la aparición de los síntomas en la semana que antecede a la menstruación y su completa desaparición al segundo día de iniciarse ésta.

Tratamiento:

a- medidas no farmacológicas: casos leves
- hacer ejercicio con regularidad
- limitar la sal, los azúcares de absorción rápida y excitantes, como la cafeína, el tabaco y alcohol
- horarios regulares de sueño y vigilia
- psicoterapia
- sauzgatillo (vitex agnus castus): opción terapeútica a considersr

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

b- otras medidas:
- tratamientos hormonales (no exentos de efectos secundarios)
- diuréticos tiazídicos y espironolactona
- AINES

En los últimos años se han producido buenos resultados con antidepresivos, tanto triciclicos como con inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (alivian tanto los síntomas psíquicos como los físicos)

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